¿Tu bizcochuelo te queda chato o se hunde en el medio?
Con estos consejos vas a lograr un bizcochuelo liviano, parejo y bien inflado, sin complicaciones.
1. BATĂ BIEN LOS HUEVOS CON EL AZĂCAR
Es clave que queden bien espumosos y aireados.
Batà al menos 5 minutos hasta que la mezcla esté clara y espesa. Ese aire es lo que ayuda a que suba.
2. AGREGĂ LOS SECOS CON CUIDADO
IncorporĂĄ la harina (y polvo de hornear si lleva) con movimientos suaves y envolventes, sin batir fuerte.
Asà no rompés el aire que lograste antes.
3. PRECALENTĂ BIEN EL HORNO
Antes de meter el bizcochuelo, asegurate de que el horno estĂ© a temperatura justa (entre 160 °C y 180 °C).
Si estĂĄ muy fuerte o muy bajo, se desinfla o se quema.
4. NO ABRAS LA PUERTA DURANTE LA COCCIĂN
Esto es un clĂĄsico error: si abrĂs antes de que estĂ© firme, se baja en el medio.
EsperĂĄ mĂnimo 30 minutos antes de revisar.
5. DESMOLDĂ CUANDO ESTĂ TIBIO
Dejalo descansar unos minutos fuera del horno y pasĂĄ un cuchillo por los bordes.
No lo saques caliente ni lo dejes enfriar adentro del molde por completo.
đĄ TIP EXTRA:
Si usĂĄs molde desmontable, forralo por fuera con papel aluminio para que no pierda mezcla.
Y si querés sabor extra, agregale ralladura de limón, esencia de vainilla o cacao.