Las cebollas caramelizadas son un toque mágico en hamburguesas, pizzas, empanadas o guisos. Su sabor dulce y profundo se obtiene con un proceso lento, pero si seguís estos pasos, siempre te saldrán perfectas.
🔑 El secreto está en la paciencia y el fuego bajo
Caramelizar no es simplemente dorar. Es cocinar lentamente para que los azúcares naturales de la cebolla se liberen y se transformen en ese sabor inconfundible.
🍳 Paso a paso para lograr cebollas caramelizadas
1. Elegí la cebolla correcta: la cebolla común (amarilla o blanca) funciona muy bien, aunque la morada da un toque más dulce y colorido.
2. Cortar en pluma (tiras finas) para que se cocinen de forma pareja.
3. Calentar una sartén amplia a fuego bajo y agregar un chorrito de aceite o una mezcla de aceite y manteca.
4. Agregar las cebollas y una pizca de sal para que suelten su jugo.
5. Revolver de vez en cuando para que no se quemen, pero dejarlas quietas el tiempo suficiente para que el calor haga su trabajo.
6. Cocinar entre 30 y 45 minutos a fuego bajo.
7. Para un toque extra dulce, podés añadir una cucharadita de azúcar o miel en los últimos minutos.
8. Para un sabor más intenso, agregar un chorrito de vinagre balsámico o vino tinto en el último tramo de cocción.
💡 Consejos extra
Usar sartén de fondo grueso ayuda a distribuir el calor de manera pareja.
Si ves que se secan demasiado, añadir un chorrito de agua para evitar que se peguen.
No subas el fuego: el proceso lento es lo que desarrolla el sabor auténtico.
✅ Por qué vale la pena
Combinan bien con carnes, pastas, pizzas y sándwiches.
Se pueden guardar en la heladera hasta una semana en un frasco cerrado.
Una buena tanda de cebollas caramelizadas puede transformar cualquier plato común en algo especial.
