Hacer fideos parece fácil… pero a veces se pasan, se pegan entre ellos o quedan sin gusto.
Acá te paso los pasos clave para que salgan al dente, sabrosos y bien separados.
1. USÁ UNA BUENA CANTIDAD DE AGUA
Por cada 100 g de fideos, usá 1 litro de agua.
Más agua = mejor cocción y menos chances de que se peguen.
2. AGREGÁ SAL CUANDO HIERVE
Esperá a que el agua hierva y recién ahí agregá una cucharada de sal gruesa.
La sal realza el sabor de la pasta desde adentro. No pongas aceite, no sirve para esto.
3. REVOLVÉ APENAS LOS TIRÁS
Cuando agregás los fideos, revolvelos enseguida con una cuchara de madera.
Eso evita que se peguen en el fondo o entre ellos.
4. RESPETÁ EL TIEMPO DEL PAQUETE
Cada marca y tipo de fideo tiene su tiempo justo.
No te guíes a ojo. Usá el tiempo como referencia y probalos 1 minuto antes para ver si ya están.
5. ESCURRÍ Y SERVÍ EN EL MOMENTO
Ni bien están listos, colalos y servalos enseguida.
Si no los vas a comer ya, podés ponerles un chorrito de aceite y revolver, pero lo ideal es consumirlos recién hechos.
💡 TIP EXTRA:
Para platos fríos o ensaladas, una vez colados pasalos por agua fría para cortar la cocción.
Para salsas, no los enfríes: solo escurrí y mezclá con la salsa bien caliente al toque.