Lograr papas fritas bien doradas y crujientes por fuera, pero suaves por dentro, no es cuestión de suerte: hay un método que asegura ese resultado irresistible cada vez.
🔑 El secreto está en quitar el exceso de almidón y controlar la temperatura del aceite
El almidón hace que las papas se peguen y queden blandas, mientras que una fritura bien manejada les da esa textura perfecta.
🥔 Paso a paso para papas fritas perfectas
1. Elegir la papa adecuada: las variedades más harinosas (como la papa blanca o la Kennebec) son ideales para freír.
2. Cortar en bastones parejos para que se cocinen al mismo tiempo.
3. Enjuagar bien con agua fría hasta que salga transparente, eliminando el exceso de almidón.
4. Secar completamente con un repasador limpio o papel de cocina.
5. Fritura en dos pasos:
Primera fritura: aceite a 150 °C, cocinar las papas 5-6 minutos hasta que estén blandas pero sin dorar. Retirar y escurrir.
Segunda fritura: aceite a 180 °C, cocinar hasta que estén bien doradas y crocantes.
6. Escurrir en papel absorbente y salar justo antes de servir para que no se humedezcan.
💡 Consejos extra
Si querés un extra crujiente, podés espolvorear con un poquito de maicena antes de la primera fritura.
No sobrecargar la sartén: si ponés demasiadas papas, el aceite baja de temperatura y se arruinan.
El aceite de girasol o mezcla para freír da un sabor más neutro, ideal para este tipo de preparación.
✅ Ventajas
Papas caseras con calidad de restaurante.
Textura crocante garantizada.
Método fácil de recordar y repetir.