La polenta es rĂĄpida, econĂłmica y llena bastante… pero muchas veces queda dura, sin sabor o apelmazada.
Con estos trucos simples, te va a quedar cremosa, con gusto y lista para disfrutar.
1. USĂ AGUA O CALDO HIRVIENDO Y MEZCLĂ DESPACIO
Cuando el agua o caldo esté hirviendo, agregå la polenta en forma de lluvia, revolviendo sin parar con cuchara de madera.
AsĂ evitĂĄs que se hagan grumos.
2. SUMĂ SABOR DESDE EL PRINCIPIO
AgregĂĄ sal, pimienta y un poco de manteca o aceite mientras cocinĂĄs.
También podés usar caldo de verduras o carne en lugar de agua, para que quede mås sabrosa.
3. NO LA ABANDONES: REVOLVĂ SIEMPRE
CocinĂĄ a fuego bajo, revolviendo seguido. En unos 7 a 10 minutos estĂĄ lista.
No te distraigas, porque si se pega, toma gusto feo.
4. PARA QUE QUEDE CREMOSA: AGREGĂ QUESO O LECHE
Al final de la cocciĂłn, sumĂĄ un poco de leche, manteca y queso rallado.
Esto la deja mĂĄs liviana, hĂșmeda y con un sabor riquĂsimo.
5. SI TE SOBRA, HACĂ BASTONCITOS DE POLENTA
Dejala enfriar en una fuente, cortå en bastones y doralos al horno o sartén.
¡Quedan crocantes por fuera y tiernos por dentro!
đĄ TIP EXTRA:
La polenta también sirve como base para tartas, pizzas caseras o como acompañamiento de carnes con salsa.
No subestimes lo que podĂ©s hacer con un poco de maĂz.