Muchas veces compramos verduras con ganas de cocinar y a los pocos dĂas… blandas, con olor o pasadas.
Con estos consejos vas a lograr que se mantengan frescas, crujientes y listas para usar.
1. SECĂ BIEN LAS VERDURAS ANTES DE GUARDARLAS
La humedad es lo que mĂĄs las arruina. Si las lavĂĄs, dejĂĄ que se sequen completamente antes de ponerlas en la heladera.
2. USĂ BOLSAS CON AGUJERITOS O PAPEL DE COCINA
No las encierres en bolsas cerradas.
Mejor usar bolsas microperforadas o envolvelas con papel de cocina dentro de un tupper: el papel absorbe la humedad y evita hongos.
3. NO MEZCLES TODO EN UN MISMO CAJĂN
SeparĂĄ las que sueltan mĂĄs gas (como tomates, bananas, manzanas) del resto.
Ese gas acelera que las otras se echen a perder.
4. GUARDĂ LAS HIERBAS COMO UN RAMITO EN UN VASO CON AGUA
Perejil, cilantro, albahaca o verdeo duran mås si los ponés en un vaso con agua (como flores) y los tapås con una bolsita.
Guardalos en la puerta de la heladera o zona menos frĂa.
5. REVISĂ CADA DOS DĂAS Y SACĂ LO QUE ESTĂ FEO
Una verdura podrida arruina a las demĂĄs. Si ves una hoja negra o verdura pasada, sacala enseguida para evitar que contamine el resto.
đĄ TIP EXTRA:
CortĂĄ algunas verduras crudas (como zanahoria, morrĂłn, pepino) en bastones y guardalas en frascos con agua en la heladera.
¡Listas para picar, cocinar o agregar a una ensalada!