¿ComprĂĄs verduras y a los pocos dĂas ya estĂĄn mustias o con mal olor?
Con estos trucos simples vas a lograr que duren mĂĄs tiempo, frescas, crujientes y sin desperdicio.
1. SEPARĂ LO QUE VA EN LA HELADERA Y LO QUE NO
No todo va al frĂo. Tomates, papas, cebolla y ajo van afuera, en lugar oscuro.
Lechuga, zanahoria, apio, brĂłcoli, pimientos y zapallitos sĂ van a la heladera.
2. GUARDĂ EN BOLSAS O TAPERS CON PAPEL
Envolvé verduras de hoja como espinaca o lechuga en papel de cocina dentro de una bolsa o tupper.
El papel absorbe la humedad y evita que se pudran.
3. ZANAHORIAS Y APIO EN AGUA
Podés conservarlos en frascos o tuppers con agua en la heladera.
Cambiale el agua cada 2 o 3 dĂas y se mantienen crocantes por mĂĄs de una semana.
4. NO MEZCLES FRUTAS CON VERDURAS
Frutas como manzana, banana o palta sueltan gas etileno, que hace madurar (y echar a perder) a las verduras mĂĄs rĂĄpido.
Separalas siempre.
5. REVISA CADA TANTO
Sacå lo que esté empezando a pasarse para no contaminar al resto.
Una sola verdura podrida puede arruinar las demĂĄs.
đĄ TIP EXTRA:
¿TenĂ©s acelga, espinaca o brĂłcoli que no vas a usar? ¡Blanquealos!
Hervilos 1 minuto, pasalos a agua frĂa, escurrĂ bien y freezĂĄ en porciones listas para usar.